La Plaza Vieja fue fundada en el siglo XVII con fines comerciales. Se encuentra situada en la intersección de las calles Muralla y Teniente Rey con San Ignacio y Mercaderes, en el Centro Histórico de La Habana. Fue denominada plaza nueva hasta que se abrió la Plaza del Santo Cristo, momento en que se convirtió en la Plaza Vieja.
Este amplio y hermoso espacio poco a poco restaurado, cuenta a su alrededor con valiosas edificaciones coloniales de los siglos XVII, XVIII y XIX en su mayoría de dos plantas con portales y galerías, y algunas de principios del siglo XX. El Palacio de los Condes de Jaruco, la Casa Franchi Alfaro, residencia del Conde Lombillo, el antiguo colegio San Ángel y el edificio Gómez Vila son algunas de ellas.
En las cuatro aceras que rodean la plaza podemos encontrar el Fondo de Bienes Culturales, el Centro de Desarrollo de las Artes Visuales, el Planetario de La Habana, La Cámara Oscura, la Fototeca Nacional, el Restaurante Santo Angel, Factoría Habana, el Museo de Naipe, las escuelas Ángela Landa y Camilo Cienfuegos y otros centros dedicados a la educación y la cultura.
La Plaza Vieja está pavimentada con cenefas de mármol, tiene una réplica de la fuente original y masetas con arbustos pequeños que ambientan el espacio. Es aprovechada por escultores para exponer sus obras, también se utiliza para otros eventos culturales y recreativos.
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