
¿Qué tan caro es preparar la cena de Navidad en Cuba en 2025? En un país azotado por una inflación que supera el 30% anual, un poder adquisitivo diezmado y precios de alimentos que se disparan en el mercado informal.
Donde el cerdo asado puede costar hasta 1.300 pesos cubanos (CUP) por libra y el arroz 750 CUP, la mesa navideña se ha convertido en un lujo inalcanzable para muchos.
La tradición cultural cubana evoca imágenes de lechón (cerdo) jugoso, congrí aromático, yuca con mojo y ensalada fresca para unir a la familia entorno a la celebración navideña.
Sin embargo la realidad económica choca de frente: con un salario medio de apenas 6.600 CUP mensuales equivalente a unos 15 USD al cambio oficial y un mínimo de 2.100 CUP.
Entonces una cena para cuatro personas puede estar entre los 8.000 y los 10.000 CUP, devorando el ingreso de semanas enteras.
Este artículo D-Cuba desglosa los costos reales de los ingredientes clave en la isla, comparando escenarios asequibles versus tradicionales, y revela cómo las familias cubanas adaptan las celebraciones navideñas a la crisis, entre remesas, sustituciones y creatividad culinaria.
Indice
En Cuba, cuando se habla de una cena tradicional de Navidad se piensa en una mesa abundante donde el protagonista casi siempre es el lechón asado, acompañado de varios platos criollos que completan el festín familiar.
Más allá de las variaciones por provincias o costumbres familiares, la Nochebuena clásica gira en torno a una combinación de cerdo, arroz, viandas, plátano frito y dulces caseros.
El centro de la mesa suele ser el lechón asado, adobado con ajo, naranja agria o limón, comino y orégano, y cocinado lentamente al horno, en caja china o en púas (en el campo) hasta que la carne queda tierna y la piel bien crujiente.
Este plato simboliza abundancia y celebración, y tradicionalmente se prepara en grandes cantidades para compartir con toda la familia y vecinos.
Como acompañante imprescindible aparece el arroz con frijoles: en el occidente del país se suele servir arroz moro (arroz cocido junto a frijoles negros), mientras que en el oriente es más común el congrí, preparado con frijoles colorados.
Este plato mezcla el arroz con los frijoles en una misma cocción, sazonados con ajo, cebolla, ají y comino, y es uno de los símbolos más reconocibles de la cocina navideña cubana.
La yuca hervida con mojo de ajo es otro acompañante obligado en la Nochebuena cubana.
Se sirve caliente, bañada en un mojo preparado con ajo machacado, cítricos (naranja agria o limón) y grasa de cerdo o aceite, que le aporta un sabor intenso y muy característico de las fiestas.
En muchos hogares no faltan los plátanos fritos, ya sea en forma de maduros (tajadas de plátano bien maduro doradas en aceite) o tostones de plátano verde, aplastados y fritos dos veces hasta quedar crujientes.
Estos plátanos aportan un contraste dulce o salado muy cubano al plato, y completan el juego de texturas junto con el cerdo, el arroz y la yuca.
Para cerrar la cena, la tradición incluye dulces caseros como los buñuelos de yuca o malanga fritos y luego bañados en almíbar aromatizado con anís o canela.
También es típico acompañar o sustituir los postres sólidos con bebidas dulces como la crema de vie (licor casero a base de ron, leche condensada, huevos y especias), además de otros postres como cascos de guayaba con queso, arroz con leche o variedad de turrones.
En diciembre de 2025, los precios de los alimentos en Cuba durante la temporada navideña se disparan en mercados informales, Mipymes y revendedores en la isla caribeña, haciendo que el cerdo y básicos como el arroz sean inalcanzables para muchos hogares.
Estos costos reflejan la inflación persistente y la escasez, con variaciones por zona (más caros en siempre en La Habana).
Para una familia cubana de 4 personas durante diciembre de 2025, preparar una cena navideña completa con los platos tradicionales suma alrededor de 8.200 CUP según los precios del mercado informal.
Este monto equivale a más del salario medio mensual (6.600 CUP) o cerca de 4 salarios mínimos (2.100 CUP), lo que hará reducir porciones a muchas familias y sustituir carnes o depender de ayudas externas para no renunciar del todo a la tradición.
Un costo de 8.200 CUP para una cena navideña completa representa más del salario medio mensual en Cuba (6.600 CUP en 2025), equivalente a unos 15-16 USD al cambio oficial.
Esta realidad deja a la mayoría de las familias sin capacidad para costearla sin sacrificar necesidades básicas como el costo de la electricidad o el transporte.
Y es que para quienes ganan el salario mínimo de 2.100 CUP (alrededor de 5 USD), equivale a casi 4 meses de ingreso, forzando decisiones drásticas como reducir la cena a arroz con frijoles o desistir de realizarla.
Muchas familias cubanas priorizan lo esencial arroz, aceite y viandas sobre la tradición, recurriendo a remesas del exterior (que cubren solo el 40-50% de los hogares cubanos).
También se recurre a compras en tiendas online como Supermarket23 o La Divina Pastora, donde un paquete de pollo o cerdo importado puede costar entre 20 y 30 dólares.
Sin dudas esto genera un impacto social profundo: la Nochebuena, símbolo de unión familiar, se fragmenta en desigualdades, con quienes tienen dólares celebrando en abundancia mientras otros comparten platos mínimos o ayunan temprano.
Sin contar las otras fracturas estructurales que sufren las familias cubanas hoy en día como la ausencia de uno o más de sus integrantes debido a la emigración en masas de los últimos años.
Ante la brecha entre tradición y bolsillo, las familias cubanas pueden optar por alternativas económicas para no renunciar del todo a la Nochebuena, reduciendo platos clásicos con menos carne, sustitutos locales y estrategias comunitarias que mantienen el espíritu festivo.
Con estas opciones se van a reducir los costos (de 8.200 CUP a 3.000-5.000 CUP) igualmente para 4 personas, apelando a una gastronomía más austera y creativa que una abundante.
En este 2025, la cena de Navidad tradicional en Cuba se ha convertido en un lujo inalcanzable para la mayoría de las familias, con costos que superan los 8 mil pesos para cuatro personas más que el salario medio mensual debido a la inflación y precios disparados en los mercados informales.
La tradición de lechón asado, congrí, yuca con mojo y tostones choca contra una realidad cruda donde el poder adquisitivo se ha desplomado, obligando a sustituciones como pollo, menús mínimos o cenas compartidas entre vecinos.
Con estas alternativas se busca preservar el espíritu festivo de estas fechas dejando de lado la abundancia y la tradición.
Lo más importante será celebrar en unión de familia, amigos y tratar de preservar la unidad, la alegría y las tradiciones navideñas a pesar de las carencias que se viven en la isla mayor de las Antillas.
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