Cuba enfrenta una situación de extrema complejidad en relación a la generación eléctrica y las autoridades informan que se trazan estrategias para enfrentarla.
Así lo informaron a los medios de difusión masiva este miércoles 24 de agosto, al comparecer en vivo representantes del Ministerio de Energía y Minas y de la Unión Eléctrica.
En este sentido se abordaron las dificultades que atraviesa el país y algunas de las medidas para solventar el déficit eléctrico.
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De acuerdo con las autoridades del Ministerio de Energía y Minas, Cuba cuenta con 20 bloques de generación térmicos, de los cuales 4 están averiados a gran escala.
Se mencionaron algunas de las unidades con mayores roturas, entre ellas la unidad 7 de la termoeléctrica de Mariel, el bloque 4 de la termoeléctrica de Nuevitas y el bloque 2 de Felton; todas averiadas con daños que requieren lenta reparación.
Una de las razones por las cuales se ha ralentizado el proceso, se informó, es la falta de financiamiento, que podría alcanzar varios cientos de millones de euros.
Solamente debido a la ausencia de esos cuatro bloques, de los 2608 MW instalados para la generación térmica hay 565 MW (460 MW en potencia real) que no están disponibles.
Si bien los otros 16 bloques continúan trabajando, la ausencia de mantenimientos hasta por una década puede causar que algún otro (como es el caso de la unidad 1 de Felton) salga del sistema eléctrico en cualquier momento.
En primer lugar, se prevé la recuperación de 489 MW tanto en generación térmica como distribuida.
Según los datos ofrecidos en los medios oficiales, 291 MW de los que se espera recuperar están fuera de servicio por limitaciones tecnológicas en centrales térmicas y 198 MW pertenecen a la generación distribuida.
Además, se proyecta realizar inversiones para lograr que 531 MW ingresen al sistema eléctrico nacional.
Estas inversiones, señalan las autoridades, serán millonarias y dado los planes de mantenimiento a largo plazo y la indisponibilidad de piezas, “son la forma más viable de paliar la situación actual”.
Se explicó a los medios que la estrategia de recuperación será gradual, dado que los mantenimientos programados en las unidades disminuyen la capacidad de generación durante el tiempo que se realizan.
No obstante, es necesario hacerlos para que puedan volver a funcionar en su totalidad centrales como las del Mariel.
Además, se implementarán medidas de restricción de consumo en centros laborales que incluyen la disminución de iluminaciones, climatizaciones y el funcionamiento de equipos de alto consumo.
Igualmente, se informó, se potenciará el acceso de la población a fuentes de energía no renovables mediante la facilitación de la compra e importación de estas.
Algunas de las medidas son:
Finalmente, se mencionó la posibilidad de incentivos para la adquisición de estas fuentes mediante mecanismos fiscales, posibilidad de créditos, entre otras.
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