La provincia cubana de Santiago de Cuba atraviesa una situación tensa con el abasto y distribución de agua. ¿Cuál es el principal problema? ¿Qué dicen las autoridades? Todo esto y más si lees todo este artículo en D-Cuba.
En la urbe del oriente cubano también se vive una tensa situación con el agua potable, imprescindible para el desarrollo normal de las actividades económicas y domésticas.
Con una afectación en alrededor del ochenta por ciento de la población santiaguera debido a salideros y roturas en grandes conductoras de distribución se suceden los días en la más caribeña de las provincias de cuba.
La propia Empresa de Acueducto y Alcantarillado (Aguas Santiago) informó de la existencia de dos salidero en la conductora de (1000 milímetros) lo que ha conllevado a tensar más la situación con el abasto y distribución de agua.
En una nota publicada en la página oficial de la Empresa en la red social Facebook las autoridades detallaron cada uno de los sectores afectados y la cantidad de días sin servicios llegando a sobrepasar en algunos casos los 40 días sin la entrada del vital líquido.
Al propio tiempo esclarecieron que debían paralizar el servicio completamente para eliminar dichos salideros lo cual iba a retrasar los ciclos de distribución de agua en la mayor parte de la ciudad de Santiago de Cuba.
Todo esto resulta muy difícil pues el agua es vital e imprescindible para el buen desempeño de cualquier labor en los centros de trabajo y en las viviendas.
La pasada semana la viceministra de la isla caribeña Inés María Chapman Waugh recorrió la planta potabilizadora ubicada en Quintero en la suroriental provincia cubana y constató las labores que se realizaba para abastecer de agua eficientemente a la ciudad.
En la potabilizadora donde es tratada más del 80 por ciento del agua que se consume en Santiago de Cuba la viceministra se refirió a la urgencia de trabajar en la sustitución de piezas (válvulas) deterioradas para de esa manera reducir los ciclos de agua.
Igualmente hizo referencia a ofrecer información oportuna a la población sobre las labores de reparación para evitar el disgusto, las opiniones negativas y lograr un estado de ánimo favorable al conocerse las posibles soluciones.
La funcionaria del gobierno cubano también visitó el sistema de acueducto Parada donde pudo apreciar las labores que se llevan a cabo para cambiar la matriz energética y de esa forma optimizar el servicio en algunas zonas.
Durante el recorrido de Chapman Waugh dejó claro que con la renovación de ciertos aditamentos en la potabilizadora de Quintero, tales como (aireadores, válvulas y filtros) se lograrán mejores resultados acortándose los ciclos de distribución.
Es un hecho real que la distribución y el abasto de agua potable no solo es un problema de Santiago de Cuba pues en muchas provincias cubanas la situación es similar y hasta peor.
La realidad siempre supera los planes y las proyecciones de trabajo, ojalá y todas estas inversiones resulten y en breve se pueda decir que los ciclos de distribución de agua en Santiago de Cuba volvieron a la normalidad.
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