La termoeléctrica Antonio Guiteras, ubicada en Matanzas, volverá a salir de servicio por un “breve mantenimiento”, según informaron fuentes oficiales.
Esta decisión se toma en un contexto de crisis energética, con apagones que afectan a todo el país y una infraestructura cada vez más deteriorada.
La noticia fue confirmada por el periodista oficialista José Miguel Solís, quien explicó que la salida de la planta dejará al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) con un déficit de 1,410 MW en horas de máxima demanda.
Mientras tanto, la población cubana sigue enfrentando cortes prolongados de electricidad, que en algunas provincias superan las 12 horas diarias.
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La Guiteras, considerada el bloque unitario de mayor capacidad de generación en Cuba, ha estado operando con limitaciones de 200 MW, muy por debajo de su potencial.
Desde hace años, la planta presenta problemas recurrentes en su caldera y sistema de generación, lo que ha llevado a numerosas salidas del SEN.
Aunque el Gobierno cubano insiste en realizar mantenimientos para evitar colapsos mayores, la falta de una inversión real en el sector energético ha provocado que la situación empeore constantemente.
Las autoridades han anunciado que en 2025 se ejecutará un mantenimiento capital, el primero en 15 años, pero este proceso podría dejar fuera de servicio la planta por al menos seis meses.
A pesar de la salida de la Guiteras, la UNE ha intentado minimizar el impacto con el regreso de la unidad 1 de la termoeléctrica Felton, en Holguín. Sin embargo, esto no será suficiente para frenar los apagones generalizados en el país.
Actualmente, el SEN opera con múltiples unidades fuera de servicio por averías o mantenimiento, entre ellas:
Además, 48 centrales de generación distribuida están inoperativas por falta de combustible, lo que agrava aún más la situación.
El Gobierno cubano ha intentado justificar los apagones con argumentos como el bloqueo económico, la falta de combustible y el envejecimiento del sistema eléctrico.
Sin embargo, la población no ha recibido soluciones concretas ni inversiones significativas que garanticen un suministro estable.
A pesar de la promoción de nuevos parques fotovoltaicos para aumentar la generación renovable, especialistas advierten que esto no resolverá la crisis, ya que la mayor parte de la electricidad de la isla sigue dependiendo de termoeléctricas obsoletas y de importaciones de combustibles.
Los apagones han generado un creciente descontento social, con numerosas protestas en distintas provincias. En redes sociales, los cubanos expresan su frustración por la falta de electricidad, el calor insoportable y las afectaciones a la vida diaria.
En octubre de 2024, una avería en la Guiteras provocó un apagón nacional, dejando a más de 10 millones de personas sin electricidad durante varios días.
Este evento evidenció la fragilidad del sistema eléctrico cubano y aumentó la presión sobre el Gobierno para encontrar soluciones reales.
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