Buscar piso en Estados Unidos es uno de los primeros retos que enfrentan los recién llegados, ya sea que vengan como migrantes, estudiantes, trabajadores temporales o incluso ciudadanos estadounidenses que cambian de ciudad.
Aunque el país ofrece múltiples opciones de vivienda y un mercado inmobiliario altamente estructurado, el proceso de alquiler implica una serie de pasos, documentos y compromisos que no siempre son evidentes, sobre todo para quienes provienen de sistemas distintos.
Uno de los errores más comunes es asumir que alquilar en EE.UU. funciona igual que en otros países: pagar una renta mensual y firmar un contrato sencillo.
Sin embargo, en Estados Unidos intervienen elementos como el historial crediticio, referencias personales, depósitos, cláusulas legales estrictas y, lo que muchos desconocen, una gran cantidad de estafas disfrazadas de oportunidades.
Además, la presión por encontrar vivienda en medio de una mudanza, una nueva etapa laboral o un cambio de estatus migratorio puede llevarte a tomar decisiones apresuradas.
Y en un país donde el acceso a una vivienda segura y estable es fundamental para poder trabajar, estudiar o regularizar tu situación, alquilar correctamente no es solo una opción: es una necesidad vital.
Esta guía es una herramienta completa, pensada para responder a las principales dudas que surgen al alquilar un piso por primera vez en Estados Unidos. Aquí aprenderás:
Léela hasta el final y compártela con quien pueda necesitarla.
Indice
El acceso a la vivienda en Estados Unidos está regido principalmente por el mercado privado, lo cual significa que, en la mayoría de los casos, no existe una ley federal que impida a las personas sin documentos alquilar una vivienda.
Sin embargo, en la práctica, los propietarios tienen derecho a establecer sus propios criterios, lo que puede dificultar el acceso para ciertas personas, especialmente para aquellas que no cuentan con un estatus migratorio regularizado.
Por lo general, tienen prioridad al rentar casas:
Los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes (titulares de Green Card) no enfrentan restricciones para alquilar. Solo necesitan cumplir con los requisitos básicos: identificación, prueba de ingresos y un historial crediticio aceptable.
Las personas con estatus migratorio temporal o en proceso pueden alquilar legalmente si cumplen los requisitos del arrendador. Entre ellas se incluyen:
En estos casos, el propietario puede solicitar evidencia del estatus migratorio, aunque legalmente no está obligado a hacerlo. Algunos arrendadores o empresas de administración aceptan la documentación migratoria como identificación válida.
La respuesta es sí, pero con limitaciones. Aunque no hay una prohibición explícita, muchos propietarios prefieren inquilinos con documentos en regla. Aun así, muchas personas indocumentadas logran alquilar con alguna de estas estrategias:
Hay que aclarar que ninguna ley federal exige que un propietario verifique el estatus migratorio de sus inquilinos, pero algunos lo hacen por decisión propia o para evitar problemas con compañías aseguradoras o prestamistas.
Es importante saber que alquilar sin papeles conlleva riesgos: contratos verbales, imposibilidad de reclamar derechos en tribunales estatales sin una prueba escrita, o falta de protección si se producen desalojos. Por eso es crucial firmar un contrato, aunque sea sencillo, y conservar copias de todos los pagos.
Por lo general, los documentos que puede presentar una persona con estatus migratorio irregular son:
A lo largo del país, existen diferencias entre estados, ciudades y hasta barrios en lo que se refiere a los requisitos para alquilar. Sin embargo, hay algunos requisitos que se repiten en la mayoría de los casos:
Consejo: si no tienes una ID americana, asegúrate de tener al menos dos documentos válidos que respalden tu identidad.
Este es uno de los puntos más importantes. Los propietarios suelen exigir que el ingreso mensual del inquilino sea al menos 2.5 o 3 veces el valor de la renta. Algunas formas de demostrar ingresos:
Para trabajadores independientes, freelancers o recién llegados, lo ideal es presentar varias formas de prueba: contratos de trabajo, pagos por Zelle o Venmo, carta de cliente habitual, etc.
En Estados Unidos, la mayoría de los arrendadores revisan el historial crediticio del solicitante. El FICO Score, que va de 300 a 850, es el más utilizado. Un puntaje de 650 a 700 es aceptable, pero tener más de 700 es ideal.
Por debajo de 600, probablemente necesites un cosignatario o pagar más por adelantado.
¿No tienes historial? Estas son algunas alternativas:
Aunque no siempre se exigen, muchos propietarios solicitan cartas de arrendadores anteriores donde conste que pagabas puntualmente y cuidabas la propiedad; referencias laborales (nombre, puesto y teléfono del supervisor); referencias personales confiables que puedan hablar de tu carácter.
Es común que se exija un mes de renta como depósito de seguridad, así como un primer mes de renta por adelantado. En algunos casos, también el último mes. Este depósito se guarda para cubrir daños o impagos. Por ley, debe devolverse al terminar el contrato, salvo que haya reparaciones justificadas.
Buscar piso en Estados Unidos puede convertirse en un proceso abrumador si no sabes por dónde empezar. Afortunadamente, existen muchas plataformas, tanto digitales como tradicionales, que facilitan esta tarea. La clave está en saber cuáles usar según tu ciudad, tu presupuesto, y tu estatus migratorio.
Una de las plataformas más conocidas y confiables del país. Te permite filtrar por ciudad, presupuesto, tipo de vivienda, si aceptan mascotas, si está amueblado, y más. Puedes ver fotos, mapas y contactar al arrendador directamente.
Muy útil para encontrar apartamentos en complejos residenciales. Permite hacer solicitudes en línea, ver videos de los inmuebles e incluso calificar los edificios según seguridad, mantenimiento y calidad del vecindario.
Especializada en apartamentos, con alertas personalizadas y comparaciones por zona. Ideal para quienes buscan opciones económicas en ciudades medianas.
Puede ser útil en ciudades con gran comunidad migrante, pero hay que tener mucho cuidado con las estafas. Nunca envíes dinero sin ver el lugar en persona.
En comunidades latinas, los grupos de Facebook como “Renta de cuartos en Miami” o “Busco apartamento en Nueva York” son muy activos. Permiten negociar directamente con los propietarios o inquilinos que buscan a alguien para compartir.
En muchos estados, especialmente en Florida, Texas y California, no necesitas pagar por usar un agente: el propietario paga la comisión. Sin embargo, en ciudades como Nueva York o Boston, el inquilino suele pagar el 100% del costo de la comisión, que equivale a un mes de renta.
Ventajas de usar agente:
Desventajas:
Amueblado: Ideal si acabas de llegar. Incluye lo esencial (cama, sofá, refrigerador, etc.). Es más caro, pero evita gastos iniciales en muebles.
Sin amueblar: Más económico a largo plazo, pero exige inversión inicial. Muchos optan por comprar muebles usados en tiendas como Goodwill o en Facebook Marketplace.
En ciudades grandes, los barrios pueden cambiar radicalmente en precio y estilo de vida. Investiga antes de elegir:
Webs como Niche accesible desde este enlace o NeighborhoodScout accesible desde este enlace ofrecen mapas detallados por zonas escolares, crimen, y acceso a transporte.
Comprender qué tipo de contrato estás firmando es fundamental. Cada modalidad implica derechos, responsabilidades y riesgos diferentes.
Este es el tipo de contrato más común. Incluye todos los términos y condiciones, y debe ser firmado por ambas partes.
Ideal si quieres comprar la propiedad en el futuro, pero aún no calificas para una hipoteca. Parte del alquiler mensual se descuenta del precio de compra.
Un inquilino le alquila a otro. Es legal solo si el contrato original lo permite. Muy común entre estudiantes o personas que deben mudarse antes de que acabe su contrato.
Útiles al llegar al país o en mudanzas temporales. No son sostenibles para largo plazo, y en muchas ciudades están regulados o prohibidos en zonas residenciales.
Nunca firmes sin leer con atención cada punto del contrato. Algunas cláusulas pueden parecer simples, pero tienen implicaciones serias:
En muchos estados, el arrendador tiene un plazo de 15 a 30 días para devolverlo tras la salida del inquilino.
También es importante verificar las reglas del casero acerca de las mascotas:
Otro aspecto a tener en cuenta es en quien recaen las reparaciones y mantenimiento:
Además de las penalidades por incumplimiento, pues algunos contratos exigen multas por irte antes del tiempo pactado o por romper reglas como pintar las paredes sin permiso.
Aunque el mercado de alquiler en Estados Unidos es amplio y profesionalizado, las estafas también existen, especialmente en entornos informales como Craigslist, Facebook Marketplace o incluso mensajes de texto masivos. Estafadores se aprovechan del desconocimiento, la desesperación o la barrera idiomática.
Señales de alarma:
Cómo protegerte:
El precio del alquiler varía muchísimo según la ciudad, el vecindario, el tamaño del inmueble y si está amueblado o no. Aquí te mostramos una tabla con precios estimados actualizados para mediados de 2025:
Consejo: Si tienes un presupuesto limitado, considera áreas periféricas o ciudades intermedias con buen transporte.
Alquilar por primera vez en EE.UU. implica aprender una serie de “normas no escritas” que pueden ahorrarte tiempo, dinero y frustraciones.
Cada estado tiene sus propias leyes, pero hay derechos básicos que aplican en casi todos:
Si por tu estatus migratorio, falta de crédito o presupuesto bajo no puedes alquilar un apartamento completo, hay otras opciones:
Sí, pero necesitarás mostrar pruebas sólidas de ingresos o pagar más por adelantado. También puedes conseguir un fiador.
Puedes presentar extractos bancarios, contratos freelance o una carta del empleador. Lo importante es demostrar ingresos estables.
Algunos propietarios lo aceptan, sobre todo si lo acompañas con otra documentación fuerte. No es obligatorio tener SSN para alquilar, pero facilita mucho el proceso.
Debe estar por escrito, incluir tus datos, los del propietario, el monto, la duración, las condiciones de depósito, reglas de salida y firmas. Si algo te parece extraño, busca asesoría antes de firmar.
Reportfraud.ftc.gov
Oficina del Fiscal General de tu estado
Organizaciones como Legal Aid, Catholic Charities, Fair Housing Councils
Alquilar un piso en Estados Unidos no es un trámite sencillo. Es una puerta de entrada a la estabilidad, al empleo, a la educación, a la legalidad y a una vida más digna. Pero también es un terreno lleno de trampas, letras pequeñas y abusos si no conoces tus derechos y opciones.
Lo más importante que debes recordar es informarte antes de firmar, verifica cada oferta, cada documento, cada cláusula, nunca te apresures por miedo o presión externa, exige tus derechos con respeto y documentos, y, sobre todo, no tengas miedo de pedir ayuda.
El acceso a la vivienda en EE.UU. no debe ser un privilegio de unos pocos. Con preparación, apoyo comunitario y buena información, tú también puedes encontrar un hogar seguro para construir tu nueva etapa.
En nuestra web siempre encontrarás guías útiles que podrás usar en tu día a día, consúltala y comparte esta guía con quien la necesite.
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