Un nuevo experimento se llevará a cabo en Cuba el venidero mes de octubre por parte de una empresa vietnamita -que de acuerdo a declaraciones oficiales de prensa- “permitirá mejorar los rendimientos en tierras cubanas”.
Se trata de una nueva alianza entre ambos países, como resultado del acuerdo de ampliación de las relaciones bilaterales tras desarrollarse un encuentro entre el miembro del Buró Político y Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, y el Secretario General del Partido Comunista y Presidente de la República Socialista de Vietnam, To Lam.
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Conforme a la información oficial, se trata de un modelo experimental de siembra de arroz que pretende abarcar en una primera etapa, alrededor de 1,500 hectáreas.
Se estudiará el comportamiento y resultado de la aplicación de un producto vietnamita, que actualmente escasea en la isla, y que se espera propicie un desarrollo efectivo teniendo en cuenta las condiciones de desarrollo.
Este proyecto es una inversión conjunta con el Grupo Agroforestal de la provincia de Mayabeque, lugar donde se prevé el comienzo del cultivo de “semillas híbridas provenientes del país asiático”, específicamente en las tierras de la localidad de Güines.
La empresa vietnamita que lidera esta estrategia experimental es Agri Vma, y su directora -Nguyen Thi Thom- ha declarado a la prensa que, en el transcurso de la primera etapa de cosecha, se estima un rendimiento promedio de siete toneladas.
Añadió además que se trata de la primera vez que se cultiva este tipo de arroz en el territorio cubano, y conforme avance el proceso de cultivo se observará el resultado de la cosecha, que será donada al país.
Por otra parte, Thi Thom también se refiere la realización de un intercambio sobre las técnicas aplicadas en el campo, además de proporcionar una atención técnica efectiva para asegurar el éxito del cultivo.
William Nieblas Rivas -productor responsable de la finca en la que se implementará este cultivo experimental- señaló que durante los intentos de prueba, se constató que la semilla híbrida se adapta bien al suelo cubano, lo que eleva las expectativas de un desarrollo eficiente.
Nieblas Rivas comenta que “los vietnamitas no conocían nuestras tierras y nosotros no conocíamos sus semillas”, y en ello interfiere un doble proceso de adaptación teniendo en cuenta los factores climáticos y ambientales.
Las labores de cultivo se pretenden iniciar el venidero mes de octubre, sin embargo, aún no especifican detalles de las etapas de implementación.
Según la información brindada por los especialistas involucrados en el proceso, se extenderá hasta noviembre, temporada en la que se inicia un clima más frío en la isla y bajan las temperaturas, estimando un cultivo de más de 15,000 hectáreas en varias localidades del país.
El panorama del cultivo del arroz en la isla se ha complejizado por disímiles factores, y el pasado mes de agosto las autoridades cubanas reconocieron la difícil situación que enfrenta el programa arrocero, impactando en la población cubana.
Alternativas como el impulso de “un movimiento de arroz popular”, se llevó a cabo en varias provincias, para cultivar el cereal en espacios mucho más reducidos y lograr un aproximado de 5,000 hectáreas cultivadas.
La producción nacional no se recupera de este déficit, lo que ha llevado también a constantes donaciones por parte de países aliados para contrarrestar la situación de escasez existente.
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