El mercado automotriz cubano se enfrenta a una nueva era de transformaciones con la implementación del Decreto 119/2024, que regula la transmisión de propiedad, importación, comercialización y otros aspectos relacionados con vehículos de motor.
A continuación, desglosamos los cambios más relevantes de este decreto, que entra en vigor el 1 de enero de 2025.
Indice
Personas Naturales Cubanas y Extranjeras: Podrán importar motocicletas, triciclos y autos eléctricos, híbridos o de combustión en cantidades específicas y bajo regulaciones estrictas. Por ejemplo:
Se autoriza la importación de hasta dos motocicletas eléctricas o híbridas cada cinco años.
Los autos rurales y autos compactos también se podrán importar bajo acuerdos predefinidos.
Misiones Diplomáticas y Cooperantes: Personal de misiones diplomáticas, consulares y trabajadores en el extranjero podrán importar autos híbridos o eléctricos con beneficios fiscales significativos.
Vehículos Eléctricos: La normativa prioriza la importación de vehículos eléctricos y exige infraestructuras de carga sustentadas en energías renovables.
Los aranceles se calcularán en pesos cubanos, pero los pagos podrán realizarse también en dólares estadounidenses o su equivalente en otras monedas convertibles, dependiendo de la modalidad de la importación.
La transmisión de propiedad, ya sea por compraventa, donación o herencia, se realizará mediante procesos simplificados ante notarios públicos, reduciendo burocracia.
Para evitar evasión fiscal, se establecen valores referenciales mínimos para los vehículos según su tipo y antigüedad. Por ejemplo:
La inscripción de las transmisiones deberá realizarse en el Registro de Vehículos del Ministerio del Interior dentro de los 30 días posteriores a la transacción.
Empresas como CIMEX y TRANSIMPORT serán las principales responsables de la comercialización de vehículos en dólares estadounidenses o pesos cubanos, dependiendo del origen y tipo del vehículo.
Se autoriza la compra de hasta seis vehículos por cada ciudadano en un período de cinco años, con tarifas diferenciadas a partir de la tercera unidad.
Vehículos provenientes del turismo o fuera de uso técnico serán reacondicionados y vendidos en pesos cubanos.
Aquellos que no puedan ser restaurados serán destinados a desarme, y sus piezas se comercializarán.
Una parte de los ingresos generados por impuestos y ventas de vehículos será destinada al Fondo para el Desarrollo del Transporte Público, administrado por el Ministerio de Transporte. Este fondo busca fortalecer la infraestructura del transporte público en Cuba.
Vehículos eléctricos y ciertas categorías importadas por diplomáticos y cooperantes estarán exentos del Impuesto Especial a Productos y Servicios, incentivando su adquisición.
Estas políticas buscan dinamizar el mercado automotriz, garantizar precios más justos y fomentar la transparencia en las transacciones.
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