Quienes han viajado a Cuba entrando por el Aeropuerto Internacional José Martí han aprovechado muy bien la más reciente medida del gobierno que hasta diciembre eliminó las limitaciones en cuanto a la entrada de alimentos, medicamentos, y productos de aseo, a la vez que derogó el pago de aranceles para estos productos.
Sobre las cantidades que han entrado de dichos productos, el modo en que se ha hecho y algunas especificidades para ello hablamos en este artículo.
Entre el 19 de julio y el 2 de agosto quienes han arribado por la terminal aérea de La Habana han ingresado a la isla con 4 620 equipajes con contenido de artículos de aseo, medicamentos y alimentos.
Esa cantidad de equipajes representa 112 toneladas en total de ese tipo de productos. Según precisó al sitio digital Cubadebate el jefe de la aduana capitalina, Jorge Luis Bubaire, la mayoría de los bultos han entrado de la forma que se ha solicitado a los viajeros, separados del resto de las pertenencias y misceláneas.
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De acuerdo a las normas establecidas, los productos de aseo, medicamentos y alimentos deben estar diferenciados o separados del resto del equipaje personal, aunque en caso de que el viajero los traiga juntos, la terminal cuenta con un espacio para separarlos al momento del despacho.
Los viajeros que arriben con esos productos en maletas independientes del equipaje personal tienen la posibilidad de salir directamente por el canal verde sin pasar por el despacho de aduana. Hasta el 2 de agosto habían cumplido el procedimiento de ese modo entre el 60 y el 65 por ciento de los viajeros.
Entre cinco y seis vuelos diarios llegan en estos momentos a la terminal aérea capitalina y la mayor cantidad de productos beneficiados de la nueva medida ha entrado principalmente de Estados Unidos, España, República Dominicana, Panamá, Venezuela y Colombia.
Las cantidades varían en dependencia de factores como las aerolíneas, la distancia y la procedencia de los vuelos, porque la Aduana Cubana en estos momentos no impone limitaciones en ese sentido.
Los viajeros deben tener en cuenta las regulaciones establecidas por el Ministerio de Salud Pública, sobre los medicamentos, y del Ministerio de la Agricultura las medidas sanitarias especiales para la importación de alimentos de origen animales por viajeros, establecidas por el Centro Nacional de Sanidad Animal de esa entidad.
Hasta el momento, las autoridades aduanales reportan que son ínfimos los casos en que se ha tenido que tomar una decisión sobre artículos que tienen algún tipo de prohibición para importarse.
En tal sentido se evita la entrada al país de agentes etiológicos que podrían complicar el panorama zoosanitario y la salud humana, está prohibida además la entrada de carnes frescas, congeladas, deshidratadas o saladas, así como la leche fluida y sus derivados no pasteurizados.
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