La salud pública es uno de los sectores más vulnerables ante la actual crisis económica que atraviesa Cuba. Las carencias de medicamentos, insumos y equipamiento, es más que notable en esos servicios.
Autoridades cubanas han expresado en reiteradas ocasiones que parte de esas limitaciones dependen del bloqueo de Estados Unidos a la isla, el cual impide el acceso a algunos fármacos y otros recursos vitales para la asistencia médica.
Entre los más afectados están los niños y adolescentes con enfermedades oncológicas, cardíacas, genéticas y otras crónicas. Más de una iniciativa se ha gestado en el mundo para colaborar con los infantes cubanos y sus familias.
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Desde los Estados Unidos nació esa idea, que significa (Health Advocates in Truth, Unity and Empathy – Defensores de la salud en la verdad, la unidad y la empatía).
Su líder es Gloria La Riva, y junto a su esposo Richard Becker y otros activistas han llegado a Cuba en varias ocasiones para ayudar a centros de salud, sobre todo pediátricos.
Recientemente entregaron en La Habana un donativo de sueros citostáticos para la atención a niños con cáncer. También llevaron mascarillas para oxígeno y otros insumos.
Esta vez la ayuda fue para el hospital pediátrico Juan Manuel Márquez de la capital. Directivos del centro agradecieron en nombre de pacientes y familiares por esta ayuda de valor incalculable.
Durante la visita la líder del Proyecto Hatuey intercambio con el personal médico y madres de los niños hospitalizados en el centro. Comentó que las donaciones que ellos entregan provienen de fondos que aportan personas y organizaciones en Estados Unidos y Australia.
En los próximos meses llegarán con otras entregas, acorde a las principales necesidades que tiene el sistema sanitario cubano.
Ya suman más de 115 mil dólares en medicinas e insumos donados desde el inicio de sus campañas de recaudación en 2022.
En la provincia de Holguín el Proyecto Hatuey también entregó un cargamento del antibiótico Ceftriazone para el hospital pediátrico Octavio de la Concepción y de la Pedraja, en Holguín.
Las 250 ámpulas fueron puestas en manos de los representantes del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) en esa provincia.
Ese medicamento será utilizado para pacientes oncológicos de entre cuatro y seis años, que actualmente carecen del tratamiento en la institución holguinera.
Especialistas del sector de la salud afirmaron que con cada caja de 25 bulbos pueden salvar la vida de tres niños.
Desde 2024 el Proyecto Hatuey tiene vigente una campaña para recaudar fondos en Estados Unidos, para ayudar a niños con cáncer en Cuba.
Su meta es llegar a 75 mil dólares para suministrar los medicamentos necesarios a los infantes hospitalizados en salas de oncología en la isla.
Expertos del área de los servicios médicos en Cuba afirman que pudieran comprar algunos insumos y medicinas en terceros países, pero tienen componentes norteamericanos y no se los venden a la isla por el bloqueo
El Proyecto Hatuey también colaboró con recursos médicos para la atención a los lesionados en el accidente de la Base de Supertanqueros de Matanzas y ayudaron con fondos para damnificados por desastres naturales.
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