La política de Donald Trump continúa implementando nuevos reajustes en la administración y el siguiente paso es la reducción de la fuerza laboral federal, lo que implica un proceso de despidos masivos en todo el país.
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Si bien el republicano, desde la ejecución de su presidencia, ha estado introduciendo nuevos cambios e iniciando proyectos de análisis al presupuesto federal -además de la creación de DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental)- ahora se vuelca a la reducción de la fuerza laboral federal.
Los recortes presupuestales al parecer no son suficientes para garantizar un buen funcionamiento político-administrativo, por lo que la semana pasada se emitió un memorando donde exige la reducción de la plantilla de trabajo catalogándola como un obstáculo en su agenda.
Los propósitos de Donald Trump no se limitan únicamente a los despidos masivos, sino también a la eliminación definitiva de algunos puestos de trabajo como parte de la amplia reestructuración del alto mando de la Casa Blanca.
Como referimos anteriormente, Trump califica gran parte de la fuerza laboral federal como sobredimensionada e innecesaria, puesto que los funcionarios de carrera con protección del servicio civil están bajo la mira presidencial.
El director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca -Russell Vought- y el director interino de la Oficina de Administración Personal del gobierno federal de Estados Unidos -Charles Ezell- refirieron al respecto:
“El gobierno federal es costoso, ineficiente y está profundamente endeudado. Al mismo tiempo no está produciendo resultados para el público estadounidense”.
El memorando estipula que todas las agencias federales deberán evaluar la eficiencia de sus puestos laborales y en función de ello modificar la estructura organizativa para minimizar la fuerza de trabajo a gran escala, antes del venidero jueves 13 de marzo de 2025.
Esto forma parte de una orden ejecutiva que Donald Trump firmó con Elon Musk para la reforma gubernamental, y que en un periodo de seis semanas ya ha despedido a un gran número de trabajadores en periodo de prueba, e incluso se ha puesto en práctica un paquete de renuncia diferida.
Para la próxima semana ya deben existir los informes por parte de cada agencia, de los puestos de empleo fundamentales y los no esenciales, aparejado a propuestas de efectividad en los servicios gubernamentales para reducirlo a lo estrictamente necesario.
La segunda etapa incluye el reporte de cada agencia federal de estrategias de productividad y eficiencia, planee de relocalización de oficinas, organigramas, etc., lo que fija como fecha límite el 14 de abril.
En tanto, se prevé que el resultado final de la implementación de todas las modificaciones, sea antes del 30 de septiembre.
La mayor concentración de los trabajadores federales se encuentra en el área metropolitana de la ciudad de Washington, mientras que el 80 por ciento se distribuye por toda la nación norteamericana, con concentraciones mucho más altas en California, Colorado, Texas y Alabama.
Estos recortes federales pueden afectar visiblemente los servicios gubernamentales, y se espera que algunos grupos sindicales enfrenten estas medidas.
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