Más de 1 100 Bodegas Recibirán Arroz Desde el Puerto de Santiago de Cuba

La llegada de un barco cargado de arroz al Puerto Guillermón Moncada, en Santiago de Cuba, desató expectativas entre miles de familias cubanas. En un contexto marcado por la escasez crónica y los constantes retrasos en la entrega de productos esenciales, este arribo representa un respiro momentáneo y una promesa largamente esperada: completar la canasta básica de marzo.

¿Qué trae el barco y a quién beneficiará?

El buque arribó en la tarde del jueves 3 de abril a la terminal multipropósito del puerto santiaguero. Según comunicó Beatriz Johnson Urrutia, primera secretaria del Partido Comunista en la provincia, el cargamento consiste en arroz destinado específicamente a las provincias orientales del país.

Aunque no se detalló la cantidad exacta, se confirmó que su distribución comenzará a partir de la madrugada del viernes 4, y se enfocará inicialmente en Santiago de Cuba. El objetivo: entregar cuatro libras por persona correspondientes al mes de marzo, aún no distribuidas en su totalidad.

Logística directa a más de mil bodegas

Para acelerar el proceso y evitar más demoras, las autoridades han organizado una operación de distribución directa desde el puerto a las más de 1.100 bodegas del territorio santiaguero. 

Esta medida busca minimizar el tiempo de espera y responder parcialmente al creciente malestar popular por la inestabilidad en el suministro de alimentos básicos.

Se garantizará la llegada del arroz a la población en el menor tiempo posible.

aseguró la dirigente en redes sociales.

Un parche ante una crisis estructural

La llegada del arroz, aunque positiva, no soluciona el fondo del problema. Cuba enfrenta una de las crisis alimentarias más graves de las últimas décadas, marcada por:

• Dificultades logísticas sostenidas.
• Atrasos en las entregas de productos normados.
• Calidad deficiente de los alimentos distribuidos (arroz con gorgojos y suciedad, según reportes ciudadanos).
• Escalada de precios en el mercado informal.

En marzo, funcionarios de Artemisa pidieron “confianza” a la población mientras aseguraban que el arroz de enero y febrero estaba garantizado, pero sería entregado fraccionadamente.

¿Qué viene después?

Aunque este cargamento representa un alivio temporal, la incertidumbre persiste. No hay garantía de que los próximos meses cuenten con una distribución más estable o de mejor calidad. 

Para muchos, esta entrega llega tarde, y lo hace en medio de un sistema de racionamiento que ya no da abasto frente a la creciente precariedad económica del país.

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