En las últimas horas ha trascendido el rechazo del gobierno cubano a la medida de poner en libertad a la persona que disparó la sede diplomática cubana enclavada en Washington.
Al conocerse la medida de dejar libre a Alexander Alazo quien en abril del 2020 disparó varias veces con un arma de largo alcance (ametralladora) la embajada de Cuba en suelo norteño, el gobierno cubano se pronunció en señal de desacuerdo.
En una nota difundida por el sitio web del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex) de la mayor isla de las Antillas se precisa el rechazo unánime a la decisión del gobierno norteño de dejar en libertad a quien cometió ese acto de terror.
En el momento de la agresión contra la embajada cubana se encontraban en el recinto un total siete personas las cuales pudieron haber sufrido lesiones graves o hasta morir.
Refiere la declaración del Minrex que en un acto totalmente amañado por parte de Estados Unidos se libera a Alazo porque al momento de cometer el acto no estaba en condiciones mentales normales, pues según un dictamen médico no era criminalmente responsable.
Resulta llamativo además agrega la declaración del Minrex en la nota que cuando se trata de Cuba el gobierno norteño “minimiza” los actos de este tipo pues en cualquier parte del mundo este tipo de hecho calificaría como lo que es: un “acto terrorista”.
En la publicación se resalta que una persona con actos probatorios de vínculos con grupos extremistas que realizan acciones en contra de Cuba, con llamados a violentar y crear terror dentro de la isla haya sido absuelta por la justicia de Estados Unidos.
La lista de actos violentos por parte de grupos organizados y hasta financiados por los sucesivos gobiernos de Estados Unidos contra Cuba resulta inmensa llegando a causar daños en las personas y la economía de la isla.
Las estadísticas vigentes hasta hoy hablan de más de 3 mil 400 cubanos fallecidos y lesionados con discapacidades (2099) cifras que por sí mismas reflejan cuánto daño y dolor han sufrido quienes viven dentro de la isla caribeña.
El gobierno cubano insiste en mantener su postura de tolerancia cero a los actos de terrorismo de cualquier tipo incluyendo el de Estado por eso ante este tipo de hechos reclama al gobierno norteño ser serio y responsable a la hora de juzgar un acto de esta magnitud.
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