Dos terremotos de magnitud 6.0 y 6.7 sacudieron el oriente y centro de Cuba este domingo 10 de noviembre, ambos con epicentro al sudeste del municipio Pilón en la provincia Granma.
Los reportes de perceptibilidad se recibieron desde Guantánamo hasta Ciego de Ávila.
Hasta las siete de la mañana de hoy el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba (CENAIS), reporta la ocurrencia de 885 réplicas de estos movimientos telúricos, con magnitudes entre 3 y 5 en la escala de Richter.
Los mayores reportes de perceptibilidad son en la provincia Granma, en las cercanías de la zona epicentral de los dos terremotos.
Enrique Diego Arango Arias, Jefe del Servicio Sismológico Nacional de Cuba en el CENAIS, informó en televisión nacional que el número de eventos perceptibles puede ser mayor que los reportados, debido a que es un área de difícil comunicación, sobre todo en las cercanías de la Sierra Maestra.
Desde la tarde del domingo geólogos e ingenieros civiles del CENAIS se trasladaron a esa zona para evaluar los daños y hacer un detallado resumen de la situación sísmica de la región.
Ante las falsas alarmas por la posible ocurrencia de un tsunami en el oriente de Cuba, el experto aclaró que “en esa zona de fallas no es probable que ocurran tsunamis debido al mecanismo de ruptura, que se corresponde con un plano vertical o subvertical propio de una falla transformante”.
Acerca de la historia de terremotos similares, Arango Arias señaló en su cuenta en la red social Facebook, que el 19 de febrero de 1976 se registró un sismo de 5.6 de magnitud, intensidad máxima VIII grados en Pilón.
El 25 de mayo de 1992 ocurrió uno de 6.9 de magnitud, intensidad máxima de VII grados en varias localidades de la provincia de Granma, el cual se reporta como el mayor registrado por el Servicio Sismológico cubano.
Los dos ocurridos en la mañana de este domingo 10 de noviembre marcan una pauta en la historia de la sismología nacional, según precisó al diario Granma el Doctor en Ciencias Bladimir Moreno Toirán, Presidente del Consejo Científico del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas.
El experto puntualizo que “un terremoto de 6.7 tiene una longitud de ruptura en la falla tectónica de aproximadamente 35 kilómetros, lo que implica que se produzcan réplicas a lo largo de esta, tal y como ha acontecido”.
El Servicio Sismológico Nacional mantiene estrecha vigilancia sobre la situación en la región oriental de Cuba, pues las réplicas pueden sentirse durante meses y no se descarta la ocurrencia de un terremoto de mayor magnitud.
Aunque aún se evalúan los daños, datos preliminares refieren que en la provincia Granma hubo tres derrumbes totales, más de 200 afectaciones parciales en construcciones y el servicio eléctrico también sufrió averías. No se reportan fallecidos a consecuencia de estos terremotos.
Las autoridades locales, provinciales y nacionales exhortan a la población a mantenerse informada a través de la pagina web del CENAIS y los perfiles oficiales en redes sociales, así como adoptar todas las medidas orientadas por la Defensa Civil para situaciones de esta naturaleza.
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