Crisis de Efectivo en Cuba: Bancos en Colapso y Largas Colas Para Cobrar

Cada vez es más alarmante y angustiosa la situación que se vive en Cuba con la crisis de efectivo y el colapso de las sucursales bancarias. La realidad es mucho más cruda de lo que muchos imaginan.

Mientras algunos medios oficiales de prensa reportan titulares de que el país avanza con el “impuesto” proceso de bancarización, la realidad dice todo lo contario: cajeros automáticos sin abastecimiento monetario, bancos con operaciones limitadas, largas colas de ciudadanos para acceder a un monto mínimo de efectivo… pareciera que el país se hunde en arenas movedizas ante la crisis económica y la desvalorización del peso cubano.

Violaciones del sistema de pago digital

Si bien, frente a la imposibilidad de otorgar total cobertura a la necesidad poblacional de acceder a su dinero en efectivo, se han implementado estrategias como el servicio de caja extra, ha de señalarse que -como cada nueva alternativa en turbulencia económica- esto ha traído sus propias violaciones.

Recientemente, el perfil en Facebook de Radio Sancti Spíritus, ha divulgado que muchos de los actores económicos en desafío a las resoluciones del BCC y del Ministerio de Comercio, no portan en sus negocios un QR verdadero, sino una foto mal impresa que evidentemente interfiere a la hora del cliente intentar efectuar su pago digital.

“El QR es una foto que es como decir de mentirita”, señala el artículo del post, y obviamente esta contravención ha sido detectada por los controles de la Dirección Estatal de Comercio, aunque mucho antes de efectuarse tales inspecciones ya todos los cubanos sabíamos que había “gato encerrado” en cuanto a pagos digitales, códigos y supuestos descuentos de Transfermóvil.

“No sé por qué te falla el escaneo del código”, “Si quieres puedes pasarlo a mi tarjeta personal si no te funciona el escaneo”, “No sé qué problema tiene, a casi todos los clientes les da error”… son las respuestas de los vendedores cuando algún ciudadano intenta usar la vía de pago digital, de modo que prácticamente los obligan a efectuar transferencias a tarjetas personales o a realizar pago en efectivo.

¿Y qué hace el gobierno al respecto? ¿Quién le pone el cascabel al gato? Una contravención jurídica de desacato podría suponer una repercusión contundente, pero ni advertencias, ni multas, ni medidas en consecuencia… el código de pago QR es un ornamento identificativo de los actores económicos “se mira pero no se toca”.

Demanda poblacional de efectivo ¿invisible?

Tras realizarse el Balance Anual de Trabajo del BCC, Manuel Marrero Cruz -miembro del Buró Político y Primer Ministro de la República- reconoció que la irresponsabilidad en sectores económicos, la baja disponibilidad de efectivo y la inestabilidad de reaprovisionamiento en cajeros automáticos, desfavorecen la proyección estatal de “reimpulsar la economía”.

Sin embargo, identificar y reconocer estos problemas no ha servido de mucho cuando el Director General de Operaciones y Sistemas de Pago -Julio Pérez Álvarez- señala que no es posible asegurar la permanente disponibilidad de fondos en efectivo. Hoy los bancos tienen menos efectivo que hace ocho meses atrás.

El panorama diario en Cuba se reduce a colas interminables frente a los cajeros automáticos desde tempranas horas de la madrugada en espera a que se abastezcan en el horario entre 7:00 am y 8:00am; pero sobre las 10:00 u 11:00 de la mañana ya todo el efectivo en depósito ha sido extraído y queda un sinnúmero de personas que han esperado en vano, ante lo que se recibe la respuesta -por un trabajador del banco- que no se abastecerá nuevamente el cajero porque no se dispone de efectivo.

La alternativa entonces se mueve por la opción de hacer otra cola interminable en la fila del Banco o ante una sucursal de CADECA, pero se corre el mismo riesgo de que de pronto un trabajador anuncie que no se ejecutarán más extracciones en caja por déficit monetario, o que limiten el monto a extraer a unos 2 mil pesos.

Obtener dinero en efectivo en Cuba es tristemente una tarea de titanes, las sucursales bancarias no son capaces de garantizar el salario que un trabajador estatal ha trabajado en un mes, ni la chequera de los jubilados, y mucho menos los ahorros de cualquier persona para una operación financiera personal.

¿No hay efectivo en Cuba?

Los controles fiscales de la ONAT arrojan el resultado de millones de pesos que se dejan de declarar, se venden o permanecen estancados en almacenes de actores económicos, una cifra que en una semana no logran tener las sucursales bancarias. En tanto, las autoridades gubernamentales han trazado como estrategia de “recuperación económica del país” consolidar el proceso de bancarización.

Omar Everleny Pérez -economista cubano- puntualiza que el efectivo no está en manos de los asalariados o en el banco, sino en manos de los actores económicos particulares como pequeños y medianos empresarios que no depositan su dinero en los bancos por desconfianza a luego no poder sacarlo, y mucho menos implementan el servicio de caja extra en sus entidades, puesto que destinan los fondos monetarios a la reserva de dólares para evitar la constante depreciación de su dinero.

La explicación oficial apunta a cuestiones dispersas como los efectos colaterales de la pandemia, la influencia del bloqueo, el poco ingreso de divisas extranjeras, las remesas que van a parar a un mercado paralelo, la baja dinamización de sectores claves como el turismo, y la disposición de los pocos fondos que se van ingresando a la necesaria compra de alimentos y combustible para la generación de electricidad.

La realidad es que en medio de este contexto de escasez y carestías, sumado al indetenible terreno inflacionario y la desvalorización monetaria que sufre el peso cubano día tras días mientras que el euro y el USD lideran la carrera de velocidad, Cuba se hunde un poquito más en crisis conforme pasan los días.

El experto en Ciencias Económicas y profesor de la Pontificia Universidad Javeriana en Cali -Pavel Vidal- constata los efectos: “Vivir en una economía que además de tener varias monedas y varias tasas de cambio, tiene una inflación de tres dígitos, es bastante complicado”.

Mientras tanto… no hay manera de ponerle el cascabel al gato.

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