El Zoológico de 26, uno de los parques más emblemáticos de La Habana, ha caído en una alarmante decadencia. Conocido en sus mejores días por su variada fauna y ser un punto de recreación familiar, hoy el parque está casi desprovisto de animales, mientras que las quejas de los visitantes aumentan.
El deterioro es evidente: leones famélicos, cebras flacas y un único hipopótamo cubierto de algas verdes son algunos de los pocos animales que sobreviven en sus instalaciones. El contraste entre la cantidad de empleados y la escasa presencia de fauna ha llevado a los habaneros a bromear con la triste realidad: “hay más trabajadores que animales”.
Los visitantes que se acercan al Zoológico de 26 se encuentran con una escena desoladora. La madre habanera Susana, quien decidió llevar a su hijo de 11 años antes de que comenzara el curso escolar, cuenta que lo que más llamó su atención fue el estado deplorable de los animales. “El hipopótamo del parque se acercó buscando comida, y eso no es normal. Los animales están claramente hambrientos”, narra Susana en entrevista con el sitio de noticias 14 y Medio.
Los cuidadores del parque intentan ocultar la falta de especies, indicando que los cocodrilos, por ejemplo, están ocultos en el agua turbia, pero es difícil creerlo cuando los estanques están llenos de basura y la vida animal es casi inexistente.
En su mejor momento, el Zoológico de 26 albergaba una variedad de especies, pero hoy la mayoría de ellas han desaparecido. En el área de mamíferos, además del hipopótamo, solo quedan dos búfalos, cinco leopardos y cuatro leones desnutridos, cuyas costillas se pueden ver a simple vista.
Los monos alargan sus brazos fuera de las jaulas en busca de comida, y las cebras están visiblemente flacas.
La situación es igualmente preocupante en la zona de las aves. Una trabajadora del zoológico mencionó que la última epidemia, causada por una migración de aves, acabó con los flamencos y avestruces. Actualmente, solo quedan cinco buitres, sobreviviendo en un entorno que ofrece pocas oportunidades para alimentarse.
El deterioro del Zoológico de 26 parece ser el resultado de una combinación de abandono institucional y falta de recursos. Los visitantes han reportado que en comparación con años anteriores, hoy la falta de animales es evidente. “Había muchos más animales en 2022”, recuerda Susana, quien ya había visitado el parque. Sin embargo, hoy todo está casi vacío.
Los cubanos se preguntan si tiene sentido mantener un zoológico en estas condiciones. “Deberían devolver los animales a su hábitat natural y cerrar el parque”, opinan muchos, ante el evidente maltrato y abandono de las criaturas que aún permanecen allí.
La situación en el Zoológico de 26 es un reflejo de los problemas más amplios que enfrenta el país. La falta de recursos y la prioridad a otros sectores han llevado al deterioro de lo que una vez fue un espacio de entretenimiento y educación.
Con el tiempo, el parque se ha quedado sin visitantes, y aquellos que todavía se atreven a entrar lo hacen con una mezcla de nostalgia y decepción. ¿Es el momento de decir adiós a este zoológico histórico? Solo el tiempo lo dirá.
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