Este lunes 6 de enero se llevó a cabo en el Capitolio estadounidense la ceremonia de ratificación presidencial por el Congreso de EE.UU. luego de cuatro años de que los republicanos alteraran el orden de la sede en Washington.
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Bajo una fuerte red de vigilia policial para garantizar la seguridad del evento, se levantaron altas vallas negras flanqueando toda la zona perimetral del Capitolio en base a los antecedentes del 6 de enero de 2021.
Para estas fechas precedentes, un grupo de partidarios republicanos entraron abruptamente a la institución causando disturbios y alterando la normalidad del evento de re-proclamación presidencial.
La manifestación trumpista y contraria al mandato de Biden, provocó el fallecimiento de 5 personas, entre ellas un policía, además de que una cifra superior a 1500 personas, fueron imputadas por los hechos y cerca de un millar fueron condenados.
Sin embargo, esta vez todo transcurrió razonablemente en la ratificación de Donald Trump como presidente de la nación norteamericana tras ganar los votos presidenciales del 2024.
Para que todo transcurriera de tal modo fue necesario además modificar las normas del procedimiento ceremonial, de manera que, teniendo en cuenta los cambios introducidos en la Ley de Recuento Electoral, “ahora se requiere una quinta parte de los legisladores, en lugar de uno solo en cada cámara” al momento de plantear objeciones.
Tampoco se permitió la entrada de turistas, y las fuerzas del orden potenciaron al máximo las estrategias de seguridad.
La vicepresidenta Kamala Harris -que además ejerce como presidenta del Senado- presidió la ceremonia oficial y tras dar lectura a un comunicado, la Cámara de Representantes ovacionó los resultados estatales.
J.D. Vance -vicepresidente electo- se unió a la corte presidencial luego de las declaraciones de algunos senadores y representantes, sin objeciones en el procedimiento, algo completamente contrario a la mencionada contienda de hace cuatro años cuando se cuestionaron los resultados de las elecciones del 2020 tras resultar Joe Biden el ganador al mandato.
Los representantes demócratas aceptaron la derrota de Kamala frente a la victoria de Trump, que arrojó el resultado de 226 por parte de Harris con un total de 75 019 257 votos en representación del 48.4 por ciento; mientras que el republicano reelecto tuvo un puntaje de 332 para un total de 77 303 573 votos como parte del 49.9 por ciento.
La certificación tuvo una duración aproximada de 30 minutos, tiempo que ocupó para cuantificar nuevamente los resultados de cada uno de los 50 estados y el Distrito de Columbia, trasladados en cajas ceremoniales de caoba, con toda la suntuosidad que requería el evento.
Donald Trump publicó en redes sociales que en este momento de certificación sería “un gran momento en la historia”, y en efecto lo fue, pero solamente por el marcado contraste con el tedioso proceso de transición anterior.
Por su parte, el demócrata Joe Biden, manifestó en un discurso efectuado el domingo 5 de enero, que era necesario volver a “la transferencia básica y normal del poder”, ya que los últimos hechos de hace cuatro años evidenciaban “una auténtica amenaza a la democracia por parte de Trump”. “Espero que ahora estemos allá de eso”, añadió.
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