El Gobierno de Estados Unidos está considerando reinstaurar un veto migratorio dirigido a ciudadanos de ciertos países incluyendo a Cuba. Conozca los pormenores en este trabajo de D-Cuba.
Según informaciones de diversas fuentes la medida, que podría entrar en vigor en mayo, implicaría restricciones o incluso la suspensión de visados para los ciudadanos de esos países.
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En enero del año 2017, (primer mandato de Donald Trump), este firmó una orden ejecutiva que prohibía la entrada a nacionales de siete países, en su mayoría musulmanes.
En ese momento la lista estuvo integrada por Irak, Siria, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, luego se añadieron Corea del Norte y Venezuela (solo para funcionarios y sus familias), mientras que Sudán e Irak fueron eliminados de la lista.
Aunque la medida fue objeto de litigios, los tribunales respaldaron al presidente, afirmando que “el Gobierno había proporcionado una justificación adecuada basada en tema de Seguridad Nacional”, según el juez del Supremo.
El mismo día de su regreso a la Casa Blanca, Trump firmó la orden conocida como “Protección del pueblo estadounidense contra la invasión”.
Dicha orden instruye al Departamento de Estado a elaborar un informe para restringir los viajes y visados a países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo y no proporcionan información suficiente sobre los viajeros.
Se suman también a la orden aquellas naciones que tienen prácticas de seguridad inadecuadas en la emisión de pasaportes y ciudadanía.
En estos momentos y según The New York Times, esta lista incluiría principalmente a aquellos países que ya estaban sujetos a restricciones de viajes como Cuba, Irán, Libia, Corea del Norte, Somalia, Sudán, Siria, Venezuela y Yemen.
Los problemas que podrían llevar a un país a ser incluido en la lista amarilla incluyen la falta de intercambio de información sobre viajeros, prácticas de seguridad inadecuadas en la emisión de pasaportes, o la venta de ciudadanía a personas de países prohibidos.
La inclusión de Afganistán en esta nueva versión de la normativa es una novedad y ha generado intensas discusiones dentro del Gobierno.
Shawn VanDiver, director de una ONG que representa a afganos que colaboraron con Estados Unidos durante la guerra, confirmó que se está preparando un veto migratorio para ciudadanos afganos.
La postura del gobierno de la mayor de las Antillas de aceptar deportaciones de manera gradual es el argumento que utilizará el Departamento de Estado para incluir a Cuba en esta lista restringida.
Actualmente, hay más de 42,000 cubanos con órdenes de deportación, pero hasta el momento solo han entrado al país 104 migrantes en lo que va del año, quienes llegaron a la isla el pasado 27 de febrero.
Los departamentos de Justicia y Seguridad Nacional, junto con la Oficina del Director de Inteligencia Nacional, están asesorando a la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado, que deberá presentar una propuesta firme en dos semanas.
Los ciudadanos de los países que sean incluidos no podrán obtener una visa sin una revisión exhaustiva de sus motivos para ingresar a EE. UU., lo que en la práctica equivale a una prohibición total.
En ese sentido quienes soliciten visa de entrada a Estados Unidos deberán justificar adecuadamente sus razones para viajar, lo que podría retrasar el proceso y, potencialmente, bloquearlo.
Todo parece indicar que Cuba estará incluida en la lista roja, pues es muy difícil que sean eliminadas las restricciones que pesan sobre la isla.
Hasta este momento se espera la publicación oficial de la normativa para conocer más detalles, como el futuro de las visas vigentes, incluidas las emitidas por reunificación familiar, sobre las cuales no se ha obtenido ninguna información.
Los altos funcionarios insistieron en que ellos están comprometidos con la protección de la nación y sus ciudadanos, manteniendo los más altos estándares de seguridad nacional y pública a través de los procesos migratorios.
Mientras tanto se pudo conocer que la sede diplomática de Estados Unidos en Cuba, continúa con el procesamiento de visados para los no inmigrantes y seguirá haciéndolo hasta que se produzca un cambio.
De aplicarse dicha normativa, muchos cubanos verían esfumarse sus propósitos de viajar a Estados Unidos, ya sea para visitas a familiares, intercambio cultural o científico.
Solo resta esperar hasta ver qué sucederá con respecto a esta normativa, aunque lo que sí es una realidad es que dicha orden será una nueva forma de tensar más las relaciones entre el país del norte y la mayor isla de las Antillas.
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