La Organización Mundial de la Salud ha levantado las alarmas globales ante el riesgo que puede representar la viruela del mono.
De acuerdo con un comunicado especial del director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, la enfermedad ya es motivo de una declaración de emergencia de salud internacional.
Esta declaración de emergencia internacional implica el enfrentamiento coordinado de manera global para evitar la propagación del virus.
Hasta la fecha, más de 16 mil casos de viruela símica se han declarado a 75 países, a través de formas nuevas y desconocidas de transmisión de las que la ciencia aún conoce muy poco, según señaló el director de la OMS.
En tal sentido, y luego de convocada la segunda reunión de un comité de emergencia conformado por expertos de la enfermedad, se decidió alertar sobre su potencial riesgo a la salud internacional.
La primera ocasión en que este comité fue llamado a sesión la declaración se desestimó y esta vez los criterios no llegaron al consenso.
Pero la decisión, tomada directamente por Tedros Adhanom Ghebreyesus, se basa en que son necesarios esfuerzos combinados para evitar que la enfermedad tome categoría de pandemia.
Si bien hasta el momento solo se han registrado cinco fallecidos debido al virus, el nivel de riesgo es moderado en todo el orbe y alto en Europa, donde ha incrementado su transmisión.
El 80% de los casos registrados en todo el mundo se encuentran en ese continente y la transmisión entre los países de la Unión Europea es elevada.
Solamente Estados Unidos reporta más de 2 mil 800 casos probables o confirmados y se espera que la cifra aumente antes de terminar 2022.
No se prevé que la viruela del mono, endémica de África, pudiera causar un escenario similar al de la Covid-19, pero la falta de estudios e investigaciones sobre su naturaleza es materia de preocupación internacional, explican medios especializados.
La actual declaración no impone requisitos obligatorios a los países para el enfrentamiento del virus, pero sí ayudará a acelerar el proceso de control y la creación de vacunas eficientes contra este.
Similar a la viruela común, la viruela del mono se propaga con mayor frecuencia a través del contacto directo con las llagas y heridas producidas por el virus en la piel de las personas.
Puede propagarse además por el contacto con la ropa, fluidos corporales infecciosos y por vía aérea durante el contacto físico prolongado.
Sus síntomas más comunes incluyen dolores musculares, cefalea, inflamación de los ganglios linfáticos, escalofríos, agotamiento y ampollas o granos en la piel.
Tiene un periodo de incubación de entre 6 y 15 días y suele durar hasta dos semanas antes de desaparecer por sí misma si no se recibe tratamiento intensivo.
Los niños pueden ser un sector vulnerable a esta enfermedad, y el grupo poblacional que parece presentar mayor incidencia es el de hombres que tienen sexo con otros hombres.
Hacia ambos sectores se dirigen estrategias preventivas diferenciadas, explicó el director de la OMS en su declaración.
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