En el contexto de la crisis económica que enfrenta Cuba, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) sigue trabajando arduamente para asegurar la distribución de productos esenciales a través de la Canasta Básica.
Sin embargo, continúan existiendo retrasos y problemas logísticos que impactan la llegada de alimentos fundamentales como arroz, compotas, chícharos y frijoles a la población.
La tarea de distribuir la Canasta Básica ha sido complicada en los últimos años debido a la escasez de alimentos, las interrupciones en la llegada de suministros y los problemas logísticos.
Lo relacionado anteriormente ha generado retrasos que afectan a miles de familias cubanas quienes aseguran parte de sus recursos vitales para la alimentación con lo que llega a la bodega.
El principal reto para el MINCIN es la falta de recursos y las restricciones en la importación de alimentos, lo que ha impactado severamente su capacidad para garantizar un acceso constante a la Canasta Básica.
En varias provincias, la distribución ha sido irregular, lo que ha llevado a muchas familias a recurrir a mercados paralelos donde los precios son significativamente más altos.
Aunque el MINCIN ha reconocido estos problemas y está implementando estrategias para mejorar la situación, la grave crisis económica y las restricciones en las importaciones siguen siendo obstáculos difíciles de superar.
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Recientemente, el MINCIN anunció en su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter) que ha completado la distribución de ocho libras de arroz correspondientes a los meses de diciembre (2024) y enero en la provincia de Cienfuegos.
Desde el pasado 20 de marzo, inició la entrega de siete libras de arroz correspondientes al mes de febrero, utilizando la libreta de abastecimiento, un sistema crucial para garantizar el acceso a productos esenciales en el país.
Además del arroz, el MINCIN está gestionando la distribución de otros alimentos básicos, como compotas, frijoles y chícharos.
En Las Tunas, se ha iniciado la distribución de las cuatro libras de arroz correspondientes a la Canasta Básica familiar normada del mes de febrero, ya un grupo importante de bodegas de los municipios Puerto Padre y Colombia han recibido el arroz.
Del mismo modo se completó la entrega de arroz de enero y las tres libras de febrero en 144 establecimientos de toda la provincia cubana de Las Tunas.
La distribución del arroz por municipios en Las Tunas se comporta de la manera siguiente:
Yunier Batista Jiménez, director de la empresa mayorista de alimentos de Las Tunas, informó que se ha finalizado la descarga del buque de arroz destinado a la Canasta Básica familiar normada de enero y febrero, quedando por transportar 900 toneladas desde los almacenes del puerto.
Casi finalizando el mes de marzo todavía existen retrasos en la distribución del arroz de la canasta básica, el cual irá complementándose a medida que haya existencia del producto hasta su entrega total.
Sin dudas este proceso es crucial para asegurar que las familias cubanas tengan acceso a los alimentos necesarios.
Las autoridades del Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) han informado también sobre la venta de arroz liberado, en la provincia de Granma que comenzó a finales de la semana pasada.
Alberto Ruiz García, director adjunto provincial del sector, precisó que la venta se mantiene en cinco libras de arroz liberado por núcleo, controlada a través de la libreta de abastecimiento para garantizar una distribución equitativa.
Aunque en la oriental provincia de Granma se entregaron las siete libras por persona correspondientes a los meses de enero y febrero, ya casi finaliza marzo y no se ha entregado ninguna cantidad para el mes en curso.
Este atraso considerable en la entrega del cereal, no es exclusivo de la provincia granmense pues es una situación que destaca a lo largo y ancho de la mayor isla de las Antillas.
Además de los atrasos en la distribución también se aprecia un déficit marcado en los cárnicos, frijoles, aceite, entre otros productos que son garantizados por la canasta básica en la isla.
Igualmente en los últimos meses los cubanos han visto las interrupciones en la producción, comercialización y entrega del pan dado en lo fundamental por la no existencia de harina de trigo.
Resulta un imperativo para quienes dirigen el comercio interior en la isla tratar de abastecer con productos alimenticios a una población cada vez más demandante de lo que llega a través de la canasta básica.
Y es que resulta un verdadero dolor de cabeza adquirir lo necesario para alimentarse en el denominado mercado informal donde cada día los precios son más altos y los salarios se mantienen inamovibles.
El MINCIN ha manifestado su compromiso de optimizar la distribución de alimentos y está trabajando en mejoras logísticas para agilizar la entrega de la Canasta Básica.
A pesar de los esfuerzos, los retos derivados de la crisis económica continúan afectando tanto la producción interna como la importación de productos esenciales.
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