El suministro de agua en Cuba, severamente afectado por el colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) el pasado viernes, muestra señales de recuperación.
Según datos presentados en el programa Mesa Redonda, más del 90 % de los clientes desde Mayabeque hasta Guantánamo ya cuentan nuevamente con el servicio de agua a través de las redes.
Sin embargo, la situación sigue siendo más compleja en el occidente, especialmente en La Habana, donde muchas de las fuentes de abasto están fuera de la ciudad, lo que ha retrasado el restablecimiento del suministro.
Se prevé que el servicio en la capital podría restablecerse completamente en la tarde-noche del miércoles, ya que el sistema de bombeo requiere hasta 72 horas para estabilizarse tras la reconexión eléctrica.
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Durante la crisis energética que dejó sin agua a millones de personas, las autoridades implementaron diversas estrategias para mitigar el impacto:
166 sistemas operados por gravedad fueron los primeros en garantizar el servicio a cerca de 500 000 personas. Se activaron grupos electrógenos para operar estaciones de bombeo, aunque solo el 40 % de los 700 equipos disponibles tenía capacidad técnica y suficiente combustible.
Se incorporaron sistemas de energía solar fotovoltaica, beneficiando a más de 400 000 ciudadanos. Se mantuvo el suministro mediante pipas de agua en las zonas más afectadas. Se implementaron islas de generación eléctrica en algunos territorios para proteger la operatividad del bombeo de agua.
Gracias a estas medidas, el sábado en la mañana más de dos millones de cubanos ya tenían acceso nuevamente al servicio.
Mientras las autoridades trabajan en la estabilización del suministro, la escasez de agua ha generado un aumento en la venta de agua potable y purificada en varias zonas de Cuba.
En La Habana, muchos residentes han tenido que recurrir a la compra de agua, dado que los cortes de luz han afectado la distribución regular del líquido.
Esta situación ha evidenciado la vulnerabilidad del sistema de abasto de agua en la isla, donde la crisis energética sigue siendo un factor determinante.
A pesar de la reconexión del SEN, el suministro de agua sigue dependiendo de múltiples factores, desde la estabilidad eléctrica hasta la disponibilidad de combustible y el mantenimiento de los equipos de bombeo.
Las autoridades han resaltado la importancia de la coordinación entre entidades clave, como Unión Cuba Petróleo y Geysel, para agilizar la recuperación y minimizar el impacto de futuras interrupciones.
Se espera que en los próximos días el servicio en La Habana y otras zonas afectadas alcance una estabilidad mayor, aunque la situación deja en evidencia la fragilidad de la infraestructura de abasto de agua en Cuba, así como la necesidad de soluciones más sostenibles para garantizar el acceso a este recurso esencial.
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