El 47º presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, lleva tan sólo dos días en el poder y ya ha firmado al menos 6 órdenes ejecutivas sumamente polémicas, de acuerdo a todo aquello que prometió durante su campaña electoral.
Desde leyes que derogan cualquier iniciativa de diversidad y género hasta recursos que buscan “cambiar el nombre” al Golfo de México.
Pero, sin dudas entre las medidas más extremas se encuentran todo lo relacionado con la migración ilegal que entre al país a través de la frontera Sur de Estados Unidos, la cual será eliminada a toda costa.
¿Qué pasará con los migrantes que sean devueltos? Continúa leyendo para conocer más sobre este tema.
Solo dos días ha gobernado Donald Trump, y ya eliminó programas y mecanismos vitales para los migrantes como la petición de citas en la frontera Sur para solicitar asilo a través de la aplicación CBP One, prohibir el asilo a quienes crucen esta frontera o declarar emergencia en la frontera sur para poder hacer uso de fondos federales sin que sea necesaria la aprobación del Congreso.
Igualmente, pretende eliminar el derecho a ciudadanía por nacimiento, para hijos de migrantes indocumentados, suspender el Programa de Admisiones de Refugiados, designar a los cárteles como organizaciones terroristas y poner en marcha otra vez el programa Stay in México (Quédate en México), para quienes deseen solicitar asilo, el cual había sido derogado por su antecesor, el expresidente Joe Biden.
En este sentido, tanto los migrantes que sean detectados sin documentación y devueltos a México como aquellos que permanezcan varados en este país, deberán atenerse a las políticas migratorias de este territorio.
Sobre esto la presidenta de la nación mexicana, Claudia Sheibaun, declaró este martes que a dichos migrantes se les brindará atención humanitaria, pero serán deportados a sus países de origen, sobre todo aquellos con los cuales México tiene ya aprobados acuerdos de devolución de migrantes.
La mandataria aclaró que las deportaciones serán voluntarias, pero que no recomienda realizar estas travesías, pues nadie podrá entrar a territorio estadounidense a través de la frontera sur. Añadió además que se brindará atención humanitaria, pero México se acogerá a sus políticas migratorias y de relaciones exteriores.
No obstante, Sheinbaun aclaró que deberán tener conversaciones respecto a la financiación de estos vuelos de deportación, pues su pago debe corresponder a Estados Unidos y no a México.
Estas deportaciones que podrían comenzar en Estados Unidos, no solo afectarán a México por el flujo de deportaciones que puede llegar a alcanzar, sino también debido a que aproximadamente la mitad de los migrantes indocumentados que permanecen en Estados Unidos (cerca de 11 millones) son mexicanos, y las remesas que generan hacia el país representan alrededor del 4% del Producto Interno Bruto mexicano.
En cuanto a los mexicanos que sean devueltos a su país, estos serán atendidos en diferentes centros ubicados en Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Nueva Rosita, El Carmen, Matamoros, Reynosa y Nuevo Laredo, municipios que colindan con los 11 puntos oficiales de repatriación de los seis estados fronterizos.
En su declaración, la presidenta mexicana llamó a la calma y a adherirse a lo que está legislado, y no a declaraciones.
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