Cuba publicó en la Gaceta Oficial este 5 de junio La Ley de Comunicación, que comenzará a regir luego de completados los 120 días después de su publicación.
El miembro de la Comisión de redactores y presidente del Consejo de la Marca País, Humberto Fabián Suárez dio detalles sobre esta ley y sus orígenes. Expresó que el Decreto 102 admite y determina la publicidad y el patrocinio como un ejercicio de hace 70 años en Cuba.
La comprensión de este decreto se remonta a la norma donde se definen los elementos publicitarios en Cuba, tanto anunciantes, como medios de comunicación y agencias. También se trata el empleo de anuncios y de promociones en la radio, la televisión así como la prensa plana y digital, destacando errores que no deben cometerse.
La actividad de la publicidad en el país no se regulaba antes de la aprobación de la Ley, lo cual es fundamental para que los factores económicos puedan promocionar su marca y servicios.
Fabián Suárez mencionó que la Ley regula a influencers de las redes sociales y aboga sobre la responsabilidad de tecnologías de la información y comunicación, principalmente la Inteligencia Artificial.
Este Decreto 102 también recoge el deber de las entidades del cumplimiento de la ley, la responsabilidad económica frente a irregularidades, los preceptos aplicables y las medidas de apelación. En el caso de la publicidad se trata la protección de niños, adolescentes, jóvenes, mujeres, adultos mayores y discapacitados.
Se mantendrán bajo principal vigilancia los anuncios de productos, los relacionados con proteger el medioambiente, el deporte, turismo, servicios bancarios, alimentos de niveles elevados de sodio, calorías y bebidas alcohólicas así como tabacos y medicamentos.
Según Rosa María Pérez Gutiérrez, presidenta de la Asociación Cubana de Comunicadores Sociales, los relacionistas públicos son uno de los sectores legitimados en el campo de la comunicación.
El presidente de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), Ricardo Ronquillo Bello destacó que el país necesitaba la Ley de Comunicación Social donde se recogen los planteamientos y aspiraciones de la prensa cubana. Aunque, teniendo en cuenta lo complejo de la situación comunicacional en la República de Cuba, sin esta aprobación de la Ley la transformación editorial, tecnológica y económica no hubiese avanzado.
Onelio Castillo Corderí, vicepresidente del Instituto de Información y Comunicación Social, señaló que el proceso de comunicación en un país no puede depender del libre albedrío de los habitantes, por lo que se hace necesaria la estructuración de una norma que regule esta actividad.
Jorge Legañoa, vicepresidente de la Unión de Periodistas de Cuba, dictaminó que en los años 80’ se estudió una Ley de Prensa que respondía sólo a medios de comunicación y la nueva ley aprobada regula a toda una nación.
Legañoa afirma que la Ley es un apoyo fuerte para los periodistas cubanos así como para los comunicadores cubanos, quienes afirman que esta ley constituye una “herramienta” para hacer mejor comunicación.
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