La reciente reactivación de la refinería de Cienfuegos, tras un mes de mantenimiento e intervenciones técnicas, ha sido presentada por medios oficiales como un paso importante para estabilizar la producción de gasolina y gas licuado del petróleo (GLP).
El anuncio ha sido recibido con atención tanto por autoridades como por la ciudadanía, especialmente en un contexto marcado por una prolongada crisis energética.
No obstante, aunque el suministro a hospitales y centros socioeconómicos vitales ha comenzado a estabilizarse, el alcance a la población general, particularmente en el centro del país, sigue siendo parcial y progresivo. La escasez estructural y los desafíos financieros continúan limitando la cobertura nacional.
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Durante más de cuatro semanas, la refinería Cienfuegos S.A. fue sometida a un proceso de mantenimiento que incluyó la reparación de compresores de hidrógeno, sistemas de bombeo y otras infraestructuras clave. Según declaraciones oficiales, estas acciones permitieron restablecer operaciones necesarias para la producción de gasolina especial y GLP.
Irenaldo Pérez Cardoso, director adjunto de la Unión Cuba Petróleo (CUPET), afirmó que existe respaldo con crudo nacional suficiente para sostener las operaciones en las próximas semanas. Asimismo, se espera que, tras la llegada de buques con GLP importado, se reanude la distribución a nivel nacional una vez completado el pago correspondiente.
La distribución actual se ha enfocado principalmente en hospitales, centros de servicios críticos y algunas provincias centrales como Ciego de Ávila, mientras que la disponibilidad para el mercado minorista permanece restringida.
La planta de llenado de gas en Cienfuegos ha sido clave en este reinicio, pero fuentes independientes reportan que el volumen disponible apenas cubre parte de la demanda. En consecuencia, muchos hogares continúan dependiendo de métodos alternativos para cocinar, como el uso de leña o carbón, lo que refleja la persistencia de la crisis energética en el ámbito doméstico.
Uno de los principales obstáculos para una distribución más amplia es la situación financiera del país. Aunque se ha confirmado la llegada de buques con GLP importado, los retrasos en el desembarco están vinculados a dificultades para efectuar los pagos internacionales.
Este punto ha sido reconocido en reportajes oficiales, que indican que, una vez superados los procesos financieros y logísticos, la distribución en moneda nacional podrá ampliarse a otras regiones del país.
Si bien la reactivación de la refinería es un avance técnico significativo, diversos expertos apuntan a que se trata de una medida de alivio temporal. La producción local sigue siendo limitada y depende también del funcionamiento de otras plantas como la de Energas en Puerto Escondido, cuya operatividad ha sido irregular.
En ese sentido, la sostenibilidad del suministro de GLP dependerá no solo del mantenimiento continuo de la infraestructura energética, sino también de la capacidad del país para gestionar eficazmente sus compromisos internacionales y sus fuentes de abastecimiento.
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